“Juro delante de Dios, juro delante de la Patria, juro delante de mi
Pueblo que, sobre esta moribunda Constitución, haré cumplir, impulsaré
las transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva
tenga una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos, lo juro”
Con estas palabras y colocando su mano izquierda para jurar sobre la "...moribunda" Constitución de 1988, al recibir el timón de Venezuela un 2 de febrero de 1999, con el 56,36 por ciento de los votos de los venezolanos y venezolanas en las elecciones presidenciales del 7 de diciembre de 1998, un día como hoy, nuestro comandante supremo Hugo Chávez, nos dio la esperanza de ejercer nuestra voluntad absoluta y ser ciudadanas y ciudadanos protagonistas del desarrollo en Venezuela.
Quince años en Revolución, lo escribimos y leemos muy rápidamente; fue un 2 de febrero de 1999 cuando nuestro Gigante tomó poseción de su primer mandato presidencial; hoy, el pueblo consciente, ratificamos leatad y amor al Cte. Supremo Chávez, comprometiéndonos a construir la Patria Grande, utilizando las humanistas y vitales herramientas que nos dejó estipuladas en su legado, ahora preservado por nuestro Presidente Nicolas Maduro
Camaradas, hermanos y hermanas en lucha, brindemos nuestra voluntad llevada a la acción en pro de la consolidación de nuestro vital Proceso Revolucionario, recondando que los líderes no son magos capaces de realizar lo imposible. Los Líderes no son nada más y nada menos, que el reflejo de la voluntad de un pueblo y, en la medida en que la expresen, en la medida en que den satisfacción a sus necesidades, en la medida en que sean portavoces de lo que ese pueblo quiere, en esa medida serán los transformadores; no de la vida tradicional, sino, de la conciencia donde esa vida tradicional se envuelve para no dejar que en ella penetre el convivir socialista que viene buscando canchas. Recordemos Camaradas, que los medios morales son los únicos que conducen a la realización eficaz de un fin moral; que no se pueden realizar fines morales transitando por caminos inmorales.
Comante Eterno, decirte gracias por habernos dejado Patria, es nada. Por ello, hoy en esta fecha histórica, reafirmo mi compromiso para defender, desde mi humilde cantón, tú legado, no predicando consignas, sino con la actitud valiente de quien asume una responsabilidad y con ella expresa la voluntad de cumplirla en el trabajo permanente para construir una Nación.
Lcda. María Victoria Larrarte Guevara
